• PRINCIPIO DE CRECIMIENTO:
Al enfrentarnos con la vida matrimonial, tenemos que tener en cuenta, que lo nuestro va en crecimiento, somos parte de una historia que tiene un comienzo, mitad y fin. Yo tengo que aprender a asimilar todo lo nuevo tuyo y tengo que tener un enorme cuidado de no quitarte las posibilidades de desarrollo.
Cómo es este ritmo de crecimiento?
1-Lentitud de los procesos: Esta es la primera norma de una vida conyugal sana. Vos tenes tu paso, yo tengo el mío. Y vamos a tratar de unirnos de tal manera que vos permanezcas con tu personalidad y yo con la mía, pero los dos vamos a complementarnos. Es preciso saber esperar, respetar la capacidad actual de entrega del Tú, su disponibilidad a la confianza y a la apertura.
2-Ritmo de vida: Muchas veces en la vida conyugal exigimos a la otra persona un ritmo distinto del que la otra persona tiene. Lo importante es encontrarse mutuamente en el ritmo. Acomodarse mutuamente. Si yo soy muy habladora y el otro muy callado, yo muy activo y ella muy pasiva. Lo mismo ocurre con el ritmo religioso, tenemos que actuar de tal manera que nos vayamos acercando a un ritmo común.
3-Importancia del silencio: hay muchos que piensan que el silencio es casi como un fracaso del diálogo y resulta que es todo lo contrario. Es como en la naturaleza, en el matrimonio, debe haber necesariamente momentos de silencio. Solamente cuando dos personas se tienen una confianza muy plena, un cariño muy profundo, cuando sienten mutuamente seguridad, pueden hacer un silencio tranquilo. La caricia, la conversación, la oración, etc siempre suponen silencio.
o ROL DE LA SOLEDAD: Hay una soledad absoluta: cuando estoy solo, no hay nadie, es la que hay que evitar. Y la otra, la soledad relativa: hay momentos en que yo no te voy a poder entender plenamente, ni espero que vos lo hagas, y yo debo aceptar esta realidad.
o EL MISTERIO DE LA PERSONALIDAD. EL PUDOR: mantengo un mínimo de reserva, un mínimo de interioridad, dejo siempre algo que en el fondo se entrevé. Es lo mismo que hace Dios con nosotros, se va revelando de a poco. Detrás de cada persona siempre hay un misterio…Solo Dios nos conoce bien. El pudor es el símbolo del misterio de la personalidad. Es el signo de ese llamado íntimo de la naturaleza que reconoce la pertenencia última y fundamental de su ser a Dios.
En el matrimonio se deben respetar ambas manifestaciones del pudor: físico y espiritual. Muchas veces se piensa que en el matrimonio no existe el pudor, de que todo está permitido, en las relaciones físicas existe y tiene que existir
o PRIVACIDAD: Es necesario dejar un campo en el cual, si el otro no me invita, yo no me meto y me detengo respetuosa.
• PRINCIPIO DE COMUNICACIÓN:
El amor es siempre un encuentro personal. A esto le llamamos diálogo. Son cuatro las formas de diálogo en el matrimonio:
DIÁLOGO AFECTIVO
DIÁLOGO ESPIRITUAL
DIÁLOGO FÍSICO
DIÁLOGO SOBRENATURAL
Hay una intercomunicación entre las distintas formas de dialogo, todas repercuten en las otras.
¿Qué es el diálogo? Fácilmente se lo confundimos con la conversación, que es un intercambio entre varias personas sobre tal o cual cosa, tal o cual tema exterior. En este sentido se puede hablar todo el día, pero sin dialogar. El diálogo es un encuentro personal, entre tú y yo como personas, en el cual interesan las personas como tales, y que crea relaciones o vínculos personales.
El diálogo espiritual
La grandeza del diálogo espiritual radica en el arte de descubrir a la luz de la fe las maravillas que Dios puso en cada uno de sus creaturas. El diálogo espiritual como encuentro personal se produce entonces cuando dos o más personas se van conociendo, comprendiendo y valorizando mutuamente en su originalidad.
El clima necesario para que se pueda dar el verdadero diálogo espiritual, es el de la confianza mutua.
El diálogo afectivo
El diálogo afectivo es el que expresa sus sentimientos y afectos. Lo más típico como expresión del encuentro afectivo es la sonrisa y la caricia, cuya significación más profunda es la bondad, benevolencia, la ternura. Más que un significado de posesión implica protección y ternura. Existen también mil otras formas de hacer sentir la proximidad personal, la calidez y el cariño, p.ej. las pequeñas atenciones, los servicios, los regalos y saludos, como caminos cotidianos de diálogo.
El dialogo físico (relaciones sexuales)
El diálogo sobrenatural
Es el encuentro de dos o más personas en Dios a través de la oración o la vivencia religiosa compartida. Es una de las formas más plenas y profundas de encontrarse ya que estamos ante Dios con lo más rico que cada uno poseemos.
Finalmente podemos decir que el dialogo matrimonial se resume en las 4 R:
• Rezar juntos diariamente
• Reencantar nuestro amor
• Revisión de vida mensual
• Renovación anual a través del contrato pedagógico matrimonial. (ideal matrimonial)
• PRINCIPIO DE TOTALIDAD - Actitudes de la comunidad de corazones
Es el principio de integración de todos los amores, todo integrado a un solo gran amor y ese amor a Dios. Es una unidad que respeta la diversidad y la originalidad de cada uno, como dice el Hacia el Padre: a pesar de todas las particularidades formar una sólida unidad (175). Yo te acepto así como eres con toda tu originalidad, lo positivo como lo negativo. Todo lo mío integro a lo tuyo.
Cuando se crean las relaciones personales y, a través de ellas, una comunidad de corazones, surgen 2 actitudes fundamentales: la solidaridad y la responsabilidad mutua.
La solidaridad
La solidaridad es una actitud compleja, porque capta la inteligencia, la voluntad y el corazón, es decir, toda la personalidad. En este sentido, la solidaridad es: conciencia de pertenencia, voluntad de participación, voluntad de coordinación y subordinación (es aquí donde se muestra con mayor facilidad la auténtica solidaridad)
La responsabilidad mutua
Una de las tareas de la Federación, según el Padre, es el "logro de una relación de responsabilidad mutua y vital" (59). Yo tengo que responsabilizarme por el bien del hermano. "No es suficiente con que rece el uno por el otro - dice el Padre - es necesario que, en todas las circunstancias, se sientan responsables el uno por el otro. Es decir, p.ej. sentirse responsable por el buen nombre del otro, por su salud, por su capacitación profesional..." (59s); pero también por su estabilidad afectiva, su crecimiento espiritual y sobrenatural, por su santidad...
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